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Los inventos más raros que se han patentado en la historia

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Una farola que sirve café o un mojador de donuts: estos son los inventos más curiosos de la historia
Una farola que sirve café o un mojador de donuts: estos son los inventos más curiosos de la historia gettyimages

A lo largo de la historia de la ciencia se han patentado cientos de inventos raros, extravagantes y muy divertidos. En Ahora o Nunca, el magacín de La 1 de RTVE presentado por Mónica López, han enumerado algunos de ellos. ¿Sabías que existió una farola que daba luz y al mismo tiempo servía café, té, cacao y sopa caliente? Sigue leyendo para descubrir más.

El isolator: un casco que aislaba el sonido

Apodado como “isolator” Hugo Gernsback patentó en 1925 un casco que asilaba del sonido en un 95% para concentrarse en el trabajo. Solo había una desventaja, solo te lo podías poner durante 15 minutos porque producía mareos. Su inventor le conectó una botella de oxígeno para intentar solventarlo.

Las gafas televisor

Gernsback también inventó unas gafas televisor que contaban con dos pantallas pequeñas incorporadas. Por aquel entonces pudo parecer un invento absurdo, pero es inevitable pensar al verlas en las actuales gafas de realidad virtual que ahora son tan aclamadas. ¿Se lo podía considerar el precursor?

Gernsback fue además el editor de la primera revista de Ciencia Ficción de la historia conocida como Amazing Stories que salió en un mes de abril de hace 1926. Como curiosidad, en homenaje a Gernsback los galardones más importantes de la ciencia ficción se llaman “Premios Hugo”.

El huevo de Churchill: para que Winston viaja en aviones no presurizados

Otro de los inventos rocambolescos que se han patentado en la ciencia es el conocido como “huevo de Churchill”.  Se trata de una cámara presurizada pensada para que Sir Winston Churchill pudiera viajar en aviones no presurizados. Tenía cenicero, teléfono y sistema de aire. Por lo que sea, Churchill nunca la usó.

La Pluto Lamp: la farola que daba luz y servía café y té

Como mencionábamos anteriormente, en 1899 se instaló en Londres la Pluto Lamp, una farola que daba luz y además servía té, café, cacao y sopa caliente. Pero la gente, en vez de pagar con peniques, pagaba con trozos de latón. No duró más de un mes.

Dinasfera: un coche-rueda gigante

Como si de Los Autos Locos se tratase, en los años 30 se inventó la Dinasfera, una especie de coche que, en realidad, era una rueda gigante con motor inspirado en la obra de Leonardo da Vinci. Alcanzada los 50 km por hora, pero, por desgracia, no giraba ni frenaba demasiado bien.

Mojador de donuts

Mojar un donut en una taza de café, leche o chocolate, sin mancharse las manos no era una fantasía, fue posible durante los años 30 gracias al inventor Russel E. Oakes.